Articulos
EL REALISMO
THE REALISM
Puriq
Universidad Nacional Autónoma de Huanta, Perú
ISSN: 2664-4029
ISSN-e: 2707-3602
Periodicidad: Cuatrimestral
vol. 2, núm. 2, 2020
Recepción: 14 Marzo 2020
Aprobación: 09 Abril 2020
Autor de correspondencia: gvargas@esan.edu.pe
CITAR COMO: Vargas Huanca, G. (2020). El realismo. Puriq, 2(2), 47–50. https://doi.org/10.37073/puriq.2.2.75
Resumen: Si alguna vez cuando se ha sido un niño, se subió a una escalera y se cayó, probablemente este episodio desanimó en su vida de infante cualquier interés por volverlo a intentar. Es posible que en su mente haya considerado que las escaleras eran muy altas o cortas, grandes o feas, e incluso, malas. En términos materialistas se puede plantear que, toda esta serie de características asociadas con la escalera están pensadas desde un plano subjetivo, una noción idealista y emocional que se enfrasca en lo que se siente como el miedo debido al trauma. A diferencia de ello, una visión más objetivista tendría que aceptar que las escaleras son seres inanimados, objetos útiles al conocimiento, pero que no participan intencionalmente de la experiencia sensible del sujeto. Este último análisis está fundamentado en una corriente filosófica denominada realismo.
Palabras clave: Realismo, idealismo.
Abstract: If you ever climbed a ladder when you were a child and fell, this episode probably discouraged any interest in trying again in your childhood life. You may have considered in your mind that the stairs were too high or short, big or ugly, and even bad. In materialistic terms, it can be argued that all this series of characteristics associated with the ladder are thought from a subjective level, an idealistic and emotional notion that is engulfed in what feels like fear due to trauma. In contrast, a more objectivist view would have to accept that stairs are inanimate beings, useful objects for knowledge, but that they do not participate intentionally in the subject's sensible experience. This last analysis is based on a philosophical current called realism.
Keywords: Realism, idealism.
EL REALISMO
Para entender con mayor profundidad este tipo de planteamientos se hace necesaria una reflexión consistente respecto de qué es, las características que la definen, su historia de gestación, representantes y las principales ramas dentro del realismo filosófico que se han desarrollado. Por lo tanto, a continuación, en las siguientes líneas se explicarán los aspectos referidos del realismo filosófico y las conclusiones que se han alcanzado después de la reflexión e investigación bibliográfica.
Se entiende por realismo a la reflexión filosófica que defiende la existencia de la materia como verdadera e independiente de la mente del sujeto (Díaz, 2018). Es decir, se puede decir que, desde esta perspectiva filosófica que todo objeto existe independientemente de si hay un observador que desee analizarlo, incluso el sujeto para conocer la realidad está limitado por la experiencia sensible y, por ende, solo puede conocer los que a sus sentidos se le presente.
Esta propuesta encuentra sus referencias de origen en los griegos sistemáticos como son Platón y Aristóteles, aunque su mayor reflexión se puede establecer en la Edad Media (Reale y Antiseri, 1995) y luego en la modernidad, filósofos como Bertrand Russell, G.E. Moore y Mario Bugner serán sus principales representantes (Briones, 2002). Entonces, se puede decir que, la filosofía realista cuenta con pilares transversales a todos los tipos que de esta escuela se han derivado.
Entre estos planteamientos fundamentales a todos los realismos se pueden distinguir cuatro (Díaz, 2018). Primero, los filósofos de esta línea de conocimiento tienen como objeto principal de estudio a la realidad más próxima y, por tanto, la más conocida. Segundo, su reflexión solo se centrará en la realidad tal y cual es objetivamente. Tercero, para la obtención de información de los objetos de estudio se utiliza la observación directa. Finalmente, que se sigue del pilar tercero, es que las descripciones son abundantes y justifican la relación entre sujeto y objeto. Es en el análisis de esta referida relación que, según Briones (2012), se puede identificar dos tipos, el realismo metafísico y el realismo gnoseológico.
El entendido realismo metafísico se contrapone al planteamiento en el que se aceptan que existen ideas universales. Para entender este planteamiento se requiere entender en principio la propuesta ontológica de Platón y luego la realista de Aristóteles (Serrano, 1976). Cuando Platón diferencia en mundo sensible (cambiante y temporal) del mundo de las ideas (perfecto y atemporal), en este último todas las ideas son universales. Por ejemplo, la belleza y la justicia se conciben perfectas y no importa cuánto tiempo pase, esas ideas seguirán siendo del mismo modo para siempre (Reale y Antiseri, 1995). A diferencia de ello, Aristóteles en el libro I de la Metafísica, sostiene que “la filosofía debe dedicarse a las cosas que son” (Serrano, 1976, p.43). Así, “en ser es lo que, de cada objeto, el fundamento de inteligibilidad o cognoscibilidad, a razón misma de su esencia, lo que hace de él un objeto determinado y lo distingue de otro diferente” (Serrano, 1976, p.43). Entonces, hasta este punto se ha diferenciado el planteamiento básico del realismo, la metafísica del ser o el realismo ontológico defiende que todo se debe reducir a lo que es el ser como individualidad en la realidad, pues esa es su esencia y está alejada de cualquier idea. Como apunta Maki (2001),
“Platonic realism takes universals to constitute reality: redness, ‘bookness’ and ownership inhabit a separate realm of ideas, independent of the particulars that exemplify them. Aristotelean realism takes both universals and particulars to be real, and claims that universals only exist when exemplified in particulars” (p. 12816).
Años después, en la Edad Media, el sacerdote Tomás de Aquino sostuvo que, los universales son aquellas formas conjeturadas por la mente a partir de los individuos y objetos que se conocen por los sentidos. Entonces, en este punto Santo Tomás y Aristóteles son semejantes al considerar que la filosofía debe dedicarse a reflexionar sobre la existencia de los entes que tienen presencia y de los cuales se puede tener noticias a través de los sentidos (Reale y Antiseri, 1988). En la misma época medieval, San Anselmo anotaba lo siguiente, “el conocimiento que adquirimos de las cosas supone la cooperación de los sentidos y de la inteligencia” (López y Matesanz, 2009); sin embargo, él no aclara cómo se realiza esta cooperación y tampoco la profundiza. De lo que se puede concluir que, ambos religiosos aceptan los universales y los diferencian de los individuos y los objetos; sin embargo, estos elementos no se encuentran separados, sino unidos y que de tal modo es que se les puede conocer. Así, son los entes existentes aquellos que se encuentran en la naturaleza independientemente de la razón humana y que cuando el sujeto quiere tener un concepto de ellos, los encontrará a través de una experiencia sensible.
Atendiendo a este interés por el conocimiento del hombre y las formas en que se puede explicar, es que nace el realismo gnoseológico. Esta propuesta se opone al idealismo desarrollado por Kant. En el planteamiento diferencia tres versiones (Briones, 2002). Primera, está el realismo ingenuo, el que defiende que el conocimiento es una reproducción de la realidad (Sierra, 2018). Segundo, el realismo crítico, aborda la problemática de la sociología bajo el planteamiento de que todo conocimiento debe ser examinado y comprobado para determinar en qué medida se ajusta a la realidad; y se debe tener en consideración que cada persona aporta su propia subjetividad a cada objeto. Algunos de los representantes de este planteamiento son Roy Bhaskar y Rom Harré (Silvio, 2006). Tercero, es el realismo científico, pues considera que la ciencia es la mejor forma de validar los conocimientos de la realidad, de lo que la “razón y la experiencia se necesitan para conocer la verdad” (Briones, 2002, p. 25). Destacan en esta propuesta Mario Bunge y Ilkka Niniluoto (Díaz, 2018).
En conclusión, el realismo considera que los objetos existen independientemente de la presencia del sujeto. Sin embargo, cuando el sujeto desea conocer algún ente, esta experiencia puede tornarse compleja, ya que pueden intervenir ilusiones, alucinaciones y otros errores cuando se realiza la experiencia sensible. Dependiendo de qué tanto se considere esto último es que esta corriente se subdivide en tipos. Asimismo, se denomina realista porque reflexiona acerca de objetos que pueden ser materiales o espirituales que pueden estar en cualquier plano sensible o mental; mientras que las corrientes no realistas, creen en objetos que solo están en nuestra mente.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Briones, G. (2002). Epistemología de las ciencias sociales. Bogotá, Colombia: ARFQ editores e Impresores Ltda.
Díaz, M. (2018). Filosofía, filosofía de las ciencias y la cuestión del realismo. Alpha (Osorno), (46), 199-214. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-22012018000100199
López, C. y Matesanz del Barrio, M. (Eds) (2009). Las plataformas de aprendizaje. Del mito a la realidad. Madrid, España: Biblioteca Nueva. pp. 21-44. Recuperado de https://eprints.ucm.es/9973/1/APRENDIZAJE__Y_CONSTRUCCION_DEL_CONOCIMIENTO.pdf
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Reale G. y Antiseri D. (1988). Historia del pensamiento filosófico y científico. Vol III. Barcelona, España: Editorial Herder
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Zanotti, G. (julio-diciembre de 2011). Filosofía de la ciencia y realismo: los límites del método. Civilizar 11 (21): 99-118. Recuperado de http://www.scielo.org.co/pdf/ccso/v11n21/v11n21a07.pdf
Notas de autor
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